Era una noche de cristal,
con ese brillo que le ponían las estrellas,
los árboles que se movían de un lado a otro,
por ese viento inquieto y divertido.
Todos estaban felices en esa noche,
menos yo, solo, triste, vagabundo, y pensante
sin saber qué hacer, dónde ir o por dónde caminar.
Sí, sólo yo estaba triste, nadie más que yo.
Mis ojos se llenaron de lágrimas,
por mi fastidiosa soledad,
que se llenaba por mi pensamiento.
Mi pensamiento era la fuente de mi tristeza,
porque yo sólo pensaba en tu belleza.
2 comentarios:
Muy lindo el poema. Me gustarìa que publique más poemas y poesias, porque me facinan. Mucha suerte en el blog, ojalá que podamos seguir el trabajo de los ex alumnos y nos vaya muy bien.
Evelyn Osuna
Me encantó este poema, me sentí muy identificada ♥ Hiaia, no te conozco, pero me gustó mucho esto que escribiste y creo que sos buena escritora (no sé si leerás este comentario, pero lo digo igual).
Este blog es muy bueno y espero que este año podamos hacer que siga asi o mejorarlo aun más.
Saludos,
Johi E.
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