viernes, 7 de marzo de 2008

Triste fin de una etapa



Cuando debiéramos estar festejando el reinicio de clases, el reencuentro y la segunda etapa del proyecto emprendido con mis queridos alumnos de 1er. año 1ra. división de la Escuela Normal, no podemos hacer nada de eso.
No nos reencontraremos, nuestro trabajo quedará trunco, y reiniciaremos las clases de un modo que no esperábamos.
¿Por qué? Porque la escuela no pudo hacer el arreglo de horarios para que esto fuera posible, aún cuando desde fines del año 2007 lo solicitamos formalmete, lo fundamentamos, acordando el canje de divisiones entre docentes (puesto que habitualmente ejerzo en 2do. 5ta. división y 2do. 1ra. es responsabilidad de otros colegas).
Es una escuela muy grande, conformar a todos es muy difícil, somos demasiados docentes, hay horarios que son inamovibles, pueden ser para algunos razones muy atendibles, pero a mí me llenan de tristeza, me bajan los brazos, me hacen sentir que la continuidad de una didáctica y de un vínculo pedagógico valioso con un grupo maravilloso de adolescentes, no son tan importantes, sólo un accidente.

Gracias:
Milagros, Agustina, Nicolás B., Ana Paula, Augusto, Milena, Natasha, Leandro, Dan Emanuel, Florencia G., Florencia F., Micaela, Beltrán, Eva, Antonella, Claudio, Santiago, Celeste, Elián, Pablo, Daiana, Romina, Nicolás R., Priscila, Joaquín, Jorgelina, Lucas, Maira, Natalia, Jimena, Virginia, Amalia, por el esfuerzo, el aguante, el entusiasmo, sigan contando conmigo.

Gabriela