sábado, 5 de enero de 2008

¿La educación que tenemos, la educación que merecemos?


Por Gertudis


Los jóvenes en edad escolar de hoy en día, no se muestran muy molestos frente a los frecuentes paros docentes (por mejora salarial u otros motivos), sino que se alegran de no tener que ir a sus respectivos establecimientos educativos. Lo mismo sucede si, por ejemplo, un profesor no cumple con su tarea, no prepara sus clases, o directamente no las dicta. Los adolescentes no se quejan y al parecer no se van a quejar, ya que esto les resulta más cómodo, a pesar de que conocen las consecuencias que esto traerá a sus futuros. Entonces, a los alumnos no les molesta demasiado su situación, no les preocupa e incluso prefieren estar como están a tener clases, pero ellos no son los mayores responsables de este problema.

¿Dónde están los adultos encargados de asegurar la educación de todos los niños, jóvenes y adolescentes? Son ellos quienes deberían solucionar esta dramática situación, puesto que cada vez se toma con más naturalidad y esto refleja la gravedad del asunto.

Sabemos que la situación de la educación en nuestro país no es la mejor, conocemos la mayoría de los problemas, y nadie se mueve demasiado por encontrar una rápida solución. Aquí hay un conflicto de intereses de partes estrechamente relacionadas, por un lado los docentes tienen derecho a huelga, pero por otro los niños y adolescentes, tienen derecho a recibir educación.

En el Art. 3.1 de la Convención de los Derechos del Niño dice : “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los organismos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá, será el interés superior del niño”.

En este artículo se condensan y contienen todos los artículos que garantizan los derechos infantiles. Y en el caso del conflicto de intereses antes mencionado, la necesidad de la educación de los niños y de los jóvenes es la que tiene prioridad. Los docentes pueden y deben seguir luchando por lo que consideran su justo reclamo, pero lo que necesita ser reevaluado es la forma de protesta, ya que esta actualmente perjudica el ejercicio de una obligación primordial y prioritaria, como lo es la educación de los niños y jóvenes

Ahora, estos evidentemente no son todos los problemas de la educación que tenemos, pero por algún punto debemos empezar y creo yo que ese punto es dar clases, enseñar.

Los medios de comunicación, particularmente en el caso de la televisión, no ayudan en mucho a la educación, ya que su nivel hoy en día es terrorífico y lo peor es que la sociedad la consume masivamente y no hace una crítica que la pueda mejorar. Es mentira que esto pase sólo en la Argentina, que es lo que algunos creen, (lo mismo sucede en Brasil, Uruguay, Chile, EE.UU., gran parte de los países de Europa etc.) ya que los modelos de televisión basura son importados, pero particularmente asombra la gran respuesta de consumo que están teniendo aquí. Lo ideal sería que a pesar de la existencia de una televisión de tan mal nivel como la de nuestro país no se viera afectado el desarrollo educativo e intelectual de la sociedad, principalmente de los jóvenes en etapa escolar, tratando de que primeramente los adultos les enseñen a los niños y adolescentes a pensar, de forma crítica y racional. Si esto fuera lo que sucede hoy en día, no tendríamos de que preocuparnos.

Estas son sólo pequeñas cosas en las que quizás nosotros sí podamos tomar partido, y hacer algo, que por más insignificante que nos pueda parecer va a hacer la diferencia en un futuro no muy lejano, y bastaría con tener algunas personas al mando con la intención de que este país verdaderamente mejore. Alguien que se preocupe por la educación, alguien que haya recibido buena educación y quiera eso para todos.

0 comentarios: